Juan Domingo Pérez Flores, guatemalteco, quien se ha presentado como fundador de la Asociación Salvemos Antigua, Coordinadora de Comunidades Afectadas por Trecsa y presidente de la Asociación Cerro de la Cruz, es un empresario constructor y sobre todo aspirante político.
Pérez Flores fue candidato a Alcalde de Antigua Guatemala por el Movimiento Semilla, hasta que perdió la nominación a raíz de una detención en el año 2019, por el delito de evasión fiscal.

Su captura y posterior remisión a la cárcel de Pavoncito un par de días después de su postulación supuso el fin de la relación de Pérez Flores con el vehículo que él creyó le llevaría a la alcaldía.

Juan Domingo logró salir de prisión. Por esa razón y para no perder notoriedad como supuesto defensor del pueblo, Pérez Flores ha optado por utilizar sus asociaciones y medios de comunicación para generar contenido que genera polarización en contra de la gestión municipal actual y también contra empresas privadas, esperando que más y más gente la reproduzca, y que su nombre sea vinculado a una presunta lucha social para limpiar su nombre.

El mecanismo para llegar al poder
Falta poco para el 2023, año electoral en Guatemala y Juan Domingo sabe que debe actuar con anticipación, por si vuelve a quedar preso nuevamente. Su estrategia fue y sigue siendo liderar organizaciones que en teoría velan por el interés de la ciudadanía en Antigua Guatemala. Los hechos apuntan más bien a otra realidad, donde el enfoque principal es dar voz a sus intereses personales. Ejemplo de estas organizaciones financiadas con sus recursos son: Asociación Cerro de la Cruz, Asociación Salvemos Antigua, Coordinadora de Comunidades Afectadas por Trecsa, entre otras.
La ventaja de Pérez Flores, al esconderse detrás de estos colectivos es que en teoría habla en nombre de muchos, y lo hacen vertiendo declaraciones, comunicados, o videos, que muchas veces muestran parcialmente los hechos. Esas comunicaciones suelen verse como grupales, no asociadas a un solo individuo.
Si las declaraciones salieran directamente de Pérez Flores, podría notarse el conflicto de intereses derivado de sus antecedentes.
Pero sí cuentan con el respaldo de una organización menos personas se molestan en comprobarlas.
Lo más importante es comprender el rol que juega alguien como Pérez Flores cuando se opone a proyectos de construcción y desarrollo, cuando curiosamente el también es empresario del sector de construcción. Pareciera que su oposición es a proyectos que no le reportan lucro directo. ¿Qué es lo que busca entonces? Posiblemente obtener visibilidad, establecer contactos, y de ser posible, agenciarse de fondos en sus negocios, mientras llega al poder.

En su arsenal de estrategias para seguir limpiando su nombre ha decidido convertirse en columnista. Curiosamente también, todos los artículos tienen un denominador común: oposición y crítica al alcalde y gobierno municipal actual.
¿Pero por que la Alcaldía de Antigua Guatemala?
Pareciera que estos esfuerzos en realidad son una fachada de un interés particular: llegar a la alcaldía de la ciudad en 2023. Una campaña política ya ejecutándose en distintos medios y plataformas, disfrazada de activismo ciudadano.
Cada tema que genere simpatía del pueblo se vuelve una oportunidad en sus manos para criticar, particularmente a la gestión de la alcaldía actual y la iniciativa privada.
Antigua Guatemala es una de las alcaldías más apetecidas por los partidos políticos. Sobre todo por su presupuesto, entre los diez más grandes del país. En el último año su presupuesto fue de Q223 millones.
Sus recursos hídricos también son envidiables. Según el mapa de disponibilidad hídrica del Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente Natural y Sociedad (Iarna) de la Universidad Rafael Landívar, Antigua cuenta con 1395 metros cúbicos de agua por habitante al año. Eso es siete veces más la de la ciudad de Guatemala y tres veces más que la de Mixco.
No hay duda de que la información que sale de los colectivos dirigidos por Pérez Flores está sesgada, o que puntos de vista que les benefician se difunden en ocasiones más que la verdad. Pero lo más preocupante de eso es que estos personajes utilicen a los pobladores de un lugar para obtener beneficios, y que esos personajes sean además culpables de actos de corrupción.
El blanco perfecto: la iniciativa privada
Para evitar que su estrategia se vea como algo político el primer paso de Juan Domingo junto a otros políticos que no llegaron al poder en las elecciones pasadas, es atacar a la iniciativa privada. Saben que salir hoy abiertamente en contra de quienes tienen el poder sería algo demasiado evidente.
Así que hoy su enfoque es atacar a empresas como Cementos Progreso, Trecsa o CMI afirmando que estas empresas son las causantes de los distintos problemas relacionados con el agua y los árboles en los territorios de Sacatepéquez. La imposibilidad de que un puñado de empresas sean responsables del problema del agua ha sido detallado en muchos espacios. Está comprobando que la escasez de agua es por un tema político de mala gestión del recurso hídrico, pero decir la verdad no generaría ganancias hacia Perez Flores y el cartel que lo respalda.
El denominador común de esos actores son sus fallidas aspiraciones políticas, mismas que les empujan a intentar mantener su vigencia por medio de la creación de enemigos simbólicos concretos, contra los cuales pueda dirigirse un odio masivo que les genere dividendos en futuros procesos de elección a cargos públicos.
En cualquier situación en la que se da esta relación de fuerzas habrá partes contrapuestas, y es muy sencillo concebir un mapa de actores para saber quién es quién, y qué intereses persigue, antes de creer a ciegas lo que afirma.